Las latas de comida son una solución perfecta para salvar más de un menú diario: son prácticas, ocupan poco espacio en la despensa y, como beneficio fundamental, los alimentos que se conservan en ellas (pescados, frutas, verduras, etc.) suelen mantener prácticamente el 100% de sus propiedades intactas. Para aquellos menos organizados en la cocina, son ideales. No obstante, a raíz de esta tendencia de consumo ha surgido una pregunta que nos parece interesante: ¿es perjudicial para la salud abusar del consumo de latas de comida?
Todo lo que sea abusar…
Solo con abrir unos botes o unas latas puedes elaborar hoy en día un menú de altura. Ten en cuenta que el mercado te ofrece casi de todo: verduras de toda clase, frutas variadas e incluso legumbres que han pasado por las manos de algún prestigioso chef. Tal y como avanzábamos en la introducción, son muy prácticas pero consumirlas a diario (apartando de esta forma a los productos frescos) no es lo más recomendable.
¿Por qué? La clave la tiene una sustancia llamada BPA. Está presenten en algunas latas para evitar la oxidación del alimento y contribuir a su conservación óptima. La cantidad es mínima y, por supuesto, no representa un peligro para la salud mientras la dieta de una persona no se base exclusivamente en latas de comida día sí y día también. Y es que resulta inevitable que el BPA entre en contacto con la comida y pueda penetrar en el organismo.
Llegados a este punto, insistimos: si eres un consumidor habitual pero moderado, no tienes nada que temer. Es más, en 2015 fue la propia Agencia Europea de Seguridad Alimentaria la que confirmó que nuestro contacto diario con el Bisfenol a través de los alimentos está muy por debajo de la dosis tolerable. ¡Sigue disfrutando de la comida en lata!
Ya existen latas libres de BPA
¿El uso de BPA está regulado? Por supuesto que lo está. Las autoridades europeas marcan muy bien cuánto contacto se puede tener con esta sustancia a través de la alimentación, de forma que los productores de este tipo de comida puedan ceñirse a tales límites en su producción. A pesar de ello, el BPA es una sustancia que, siguiendo la estela de otros países que ya lo han hecho, posiblemente tenderá a la desaparición.
Existen en el mercado actual latas, botes y botellas libres de BPA, y no es complicado encontrar relaciones de empresas que lo han eliminado. En el caso de las botellas, que son uno de los complementos que más utilizamos a diario, las BPA free son las que tienen estos códigos de reciclaje: 1 (Pete), 2 (HDPE), 4 (LDPE) y 5 (PP).
Por otro lado, la tecnología se encargará de crear alternativas al Bisfenol que se ocupen de mantener los alimentos enlatados en perfectas condiciones. «Uno de los desafíos en la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación en el campo de envases metálicos, especialmente latas, es conseguir barnices alternativos que no contengan este material orgánico, al tiempo que eviten las migraciones a los alimentos», ha señalado en alguna ocasión José Ángel Garde, R&D Project Manager in Packaging Technologies de AINIA.