Reducir la circulación de plásticos de un solo uso y envases fabricados con este material ya no es una mera intención: España se encuentra actualmente entre el elenco de países que han regulado por ley esta ambición. La Ley de Residuos y suelos contaminados es tan solo un ejemplo. ¿Su intención? Pues está más que clara: reducir el impacto que este tipo de envases tienen en el medio ambiente. Se apuesta de forma clara y decidida por materiales que, al contrario que el plástico, sean mucho más sostenibles y fáciles de reciclar.
Un material problemático
Regular la utilización de los denominados plásticos de un solo uso no es un capricho: se calcula que el 84% de los desechos de este tipo acaban en las aguas de nuestros océanos. Razón suficiente para legislar al respecto.
Ahora bien, la pregunta es evidente: ¿qué alternativas hay a los envases de plástico? La respuesta, afortunadamente, es fácil. Por un lado, está el packaging de papel y cartón, que ha encontrado su hueco en el sector de los platos preparados, comida para llevar, alimentos frescos, etc. No es su único nicho, por supuesto, pero sí el predominante ahora mismo.
Como la clave pasa por encontrar materiales sostenibles y reciclables prácticamente hasta el infinito, el packaging metálico también se ha erigido como el sustituto ideal para el plástico de un solo uso. Este hecho llama la atención de los consumidores, que no perciben las latas que consumen a diario como elementos verdes. Pero nada más lejos:
- Los envases metálicos con los que trabajamos en Auximara son 100% reciclables. Una vez que han cumplido con el cometido para el que fueron fabricados, se llevan al contenedor correspondiente y se manipulan para fabricar otro nuevo. Y así tantas veces como sea posible.
- El ciclo de vida del metal, en comparación con el plástico, es mucho más prolongado. Un envase de plástico es tremendamente susceptible a golpes, roturas, etc. Todo lo contrario que el metal, capaz de aguantar el paso del tiempo prácticamente inmutable.
- Otro detalle importante es la reutilización: el metal lo puedes llevar al contenedor amarillo, pero también reutilizarlo en casa. Una de las «R» más importantes del ciclo de vida sirve como excusa perfecta para utilizar latas como botes de escritorio, macetas o lo que tu imaginación pueda crear.
Packaging metálico y seguridad alimentaria
Demostrada su eficiencia y circularidad, dos elementos imprescindibles dentro de la Agenda 2030 y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), los envases fabricados con metal también tienen un papel capital en la seguridad alimentaria.
Tal y como contamos en este artículo, el temido Bisfenol A, o también conocido BPA, prácticamente se ha quedado con un papel residual en el segmento del metal. En nuestro caso, por ejemplo, los niveles fijados por los reguladores son bastante inferiores, poniendo incluso a disposición de nuestros clientes especificaciones BPA NI.
Si quieres ampliar más datos acerca de los motivos medioambientales que justifican usar packaging metálico, también te invitamos a leer este artículo. Y si estás buscando el sustituto perfecto para el plástico de un solo uso, te dejamos nuestros datos de contacto para que podamos ponernos a trabajar en ello cuanto antes.